Estudié teatro en la UNAM, México. Aprendí a utilizar mi cuerpo como un recurso para la representación. Soy alto, caucásico, delgado, hombre. La performance me permite pensar mi cuerpo desde una perspectiva crítica en relación a las técnicas actorales y de danza que aprendí, y a las formas en que asumí mi cuerpo y su performatividad en cuestiones de género, clase, raza, nación, etc. Pienso la performance como un arte medial, no disciplinar, que pone en crisis el cuerpo y las narrativas que lo atraviesan -especialmente a partir del concepto de somateca de Pablo B Preciado- y el territorio en que este cuerpo se expresa.

La performance me ha permitido ampliar y cuestionar las formas en que asumo mi cuerpo en mis relaciones con lo otro: alimenticias, sociales, económicas, espaciales, temporales, sonoras, etc.